Una forma de evitar que los tiradores de las puertas se congelen
Otro problema del frío es despertarse por la mañana y descubrir que la manilla de la puerta del coche se ha congelado. Es frustrante cuando estás atascado con el café en una mano, tirando de la manilla de una puerta inmóvil con la otra, esperando entrar y encender la calefacción lo más rápido posible.
La solución a este problema también se encuentra en la cocina, esta vez en forma de spray de cocina (no importa de qué tipo) que se rocía en las bisagras de las asas. Con este sencillo detalle, se pueden evitar por completo esos dolorosos momentos de las mañanas de invierno.