Un abrazo de ballena
La ballena jorobada hembra nadó 1 metro por debajo de Nan, y luego hizo algo que Nan nunca había visto antes. Extendió sus aletas pectorales alrededor de ella, ¡como si la abrazara!
Ese día era el cumpleaños de Nan, y no podría haber pedido un regalo mejor. Dos veces, en el espacio de 5 días, las ballenas a las que había dedicado su vida a salvar le habían mostrado un amor y un cuidado como nunca antes había visto. La historia de Nan Hauser sigue siendo desconcertante y extraña… pero es imposible negar lo conmovedora que es.