Una decisión valiente

La afición de Brandi por el buceo era tan intensa que incluso la llevó a enrolarse en la Guardia Costera de Estados Unidos nada más terminar el instituto. Parecía que todo le apuntaba a lo que finalmente se convertiría en el mayor descubrimiento de su vida.

Mientras servía a su país, Brandi empezó a dar clases de buceo, compartiendo su pasión con otras personas, e incluso aprendiendo a pilotar un barco al mismo tiempo. «Trabajé hasta llegar a ser Divemaster en la universidad y me convertí en instructora de buceo justo después de graduarme. Trabajar en barcos mientras instruía y guiaba, y aprender a ser capitana fue algo que sucedió en la progresión», dijo. Sin embargo, ninguna de estas increíbles experiencias pudo preparar a la joven para lo que descubriría en medio del Océano Pacífico.